El próximo martes día 15 de Mayo es el 1er aniversarios del movimiento 15-M, ante tal fecha, el 15-M de Asturias convoca una manifestación en Oviedo, el sábado día 12 de Mayo. La salida será a las 18 horas, partirá de la estación de la Renfe y terminara en La Escandalera, donde se leerán los manifiestos de las asambleas asturianas, una vez terminadas las lecturas se hará una asamblea. A las 12 horas en esta misma plaza, se hará una espicha para ir calentando motores.
La Asamblea de Mieres leera el siguiente texto:
Cuando los primeros quincemayistas salieron a la
calle no podían imaginar la que estaban entamando. Y eso que
imaginación, precisamente, no faltó. Un revulsivo social era necesario,
en un momento que la sociedad percibía como grave, ante la gigantesca
estafa de la que éramos/somos víctimas y testigos. Ante los ojos de
todos se articuló una respuesta ciudadana sin líderes, sin dinero, sin
prejuicios, sin exclusiones. Fue un estallido inesperado de una
población percibida desde el poder como anestesiada. De eso hace un año.
Las
asambleas, a las que cualquiera puede acudir en pié de igualdad, lo que
algunos llaman movimiento, término desagradable para otros, se
convirtieron, poco a poco, como era lógico, en una probeta de ideas, en
un laboratorio de respuestas, en una red de apoyo mutuo que pretendía, y
pretende, enfrentarse a la agresión que sufrimos todos los días con
nuevos recortes, despidos, desahucios, detenciones y amenazas.
Una de las
características del 15-M es su enorme carga crítica y, en buena ley, por
tanto, auto crítica. Casi nadie, incluidos quienes participan en
asambleas y movilizaciones, está satisfecho con el desarrollo, con la
estrategia, con las formas o con los fondos. El eclecticismo, la
variedad, el mestizaje intelectual, cultural, social y económico, son
enormemente enriquecedores pero extremadamente difíciles de articular.
Sin embargo, a trompicones, la “cosa” se mueve.
En el
panorama de la oposición al régimen, lo llaman democracia y no lo es,
las organizaciones obreras, todos los sindicatos, desde los mayoritarios
hasta los más pequeños y sectoriales, miraron al 15-M y encontraron
un aliado, crítico, molesto y protestón, pero aliado, para que no
hubiera dudas. Quienes son desahuciados a diario, quienes terminan las
prestaciones, quienes se quedan fuera del sistema, quienes se acercan al
precipicio de la exclusión, cada vez más personas, no esperan nada del 15-M. Son el 15-M.
La
posibilidad real de transformación social desde las asambleas es, en
principio, limitada, concreta, débil. Pero eso se va fortaleciendo con
la práctica y el aprendizaje.
El 15-M como instrumento, como aglutinante de
un nuevo y necesario “sujeto histórico de cambio”, se consolida. Rellena
los huecos que dejan entre sí las asociaciones, partidos y colectivos
que llevan años en luchas parciales; anticapitalismo, antimilitarismo,
ecologismo, derechos civiles, lucha obrera, libertades.
Lo que
viene, el futuro, no lo sabe nadie. Las asambleas tampoco. Pero existe
la intención de estar, de formar parte, de intervenir y de contar. De no
dejar que nos dividan o nos desactiven. De resistir, proponer y actuar.
En tanto que objetivos de los mercados, del poder, pensamos defendernos
y demostrar nuestro hartazgo. El sistema no funciona. El proceso de
degradación actual en derechos y libertades sabemos donde empieza pero
no donde termina. Los objetivos emancipatorios clásicos son más válidos
que nunca. Una democracia digna de tal nombre es lo que se pretende
definir y perseguir. Las asambleas, grandes o pequeñas, más o menos
numerosas, están activas y son combativas. El futuro no está escrito...
NUN YE LA CRISIS, YE’L CAPITALISMU
LLEVÁNTATE Y LLUCHA
LLEVÁNTATE Y LLUCHA
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